McGillis Fareed es un personaje ficticio de Mobile Suit Gundam IRON-BLOODED ORPHANS.
Personalidad[]
McGillis Fareed es educado, cortés y puede considerarse incluso encantador, pero puede ser muy serio con su trabajo, lo que lo hace parecer frígido con quienes no lo conocen personalmente. Es analítico y considerado, y por lo general más reservado y serio que su amigo Gaelio Bauduin, pero de vez en cuando tendrá una sonrisa descarada y sentido del humor. Él tiene la costumbre de juguetear con su flequillo cuando piensa.
También parece preocuparse por las personas que conoce. McGillis no es el tipo de persona que simplemente acepta las cosas tal como son y cree lo que todos dicen; se sabe que es muy quisquilloso y llegará a la verdad usando lo que tiene. Él tiene la costumbre de recoger el mechón de cabello que cuelga frente a su cara y jugar con él en su mano derecha cuando está calculando o pensando críticamente. También muestra una debilidad por los niños, como las hermanas de Biscuit y su prometida, Almiria.
Él es uno de los pocos miembros de Gjallarhorn que es consciente del deterioro de la organización debido a la corrupción en curso entre los miembros. Él desea reformar la organización para deshacerse de la corrupción. Para hacerlo, comienza a ponerse una peluca y una máscara para ocultar su identidad y busca la ayuda de Tekkadan, proporcionándoles armas usando su conexión con la Compañía Montag.
Sin embargo, por debajo de su actitud profesional es un hombre que está dispuesto a hacer cualquier cosa con el fin de alcanzar el poder absoluto. Había enmascarado su verdadera naturaleza de muchos de sus amigos cercanos y colega durante muchos años sin que ellos supieran quién era realmente como persona. La infancia de McGillis le ha inculcado que solo el fuerte sobrevive mientras que el débil solo puede someterse al fuerte. Así, durante la mayor parte de su vida, McGillis buscó alcanzar el pináculo absoluto de poder que pudo encontrar; Gundam Bael, el símbolo más poderoso de Gjallarhorn y el alma de Agnika Kaieru, el fundador de Gjallarhorn. Debido a su naturaleza hambrienta de poder, McGillis no vio ningún valor personal en las emociones positivas como el amor, la confianza y las amistades. Sin embargo, él veía esas emociones como herramientas útiles para usar contra sus colegas, manipulándolas para ayudarlo a avanzar en su propia agenda. A pesar de esto, siente un verdadero remordimiento por sus acciones que traicionan particularmente a Gaelio. En cierto sentido, él es el anti-villano de la serie, alguien que tiene objetivos heroicos, sin embargo, lo lleva a cabo utilizando formas no heroicas, como iniciar un golpe de estado y planificar la muerte de sus amigos.
Rustal comenta que McGillis es hipócrita en su plan para reformar las formas obsoletas de Gjallarhorn, pero tiene que depender de la leyenda de la organización.